NANA PARA MARIA
Duérmete mi niña, duérmete ya
que el sol se ocultará y la luna saldrá.
Las estrellas el cielo iluminarán
y por ti toda la noche velarán.
Las aves a su morada volverán
y con los suyos dormirán.
Entre sus alas se arroparán
y placenteras descansarán.
El viento dejará de removerse,
el mar renunciará de agitarse,
el cielo azul cederá a oscurecerse
y la oscuridad asentirá a silenciarse.
A tu lado estaré resguardándote
de todo mal y encaminándote
hacia un sueño placentero
que acabará siendo duradero.
Envidiosas están las hadas
de observar su tierno respirar
cuando adormilada ella esta.
En sueños perciben su llamada,
hallándose en paz y armonía,
niña agraciada, de nombre María.
En mi regazo acurrucada estarás,
la música de fondo sonará,
pronto dormida terminarás,
y al amanecer otro día será.
Los ángeles el arpa tocarán,
las sirenas acompañando cantarán
y entre susurros te dirán,
duérmete mi niña, duérmete ya
que el sol se ocultará y la luna saldrá.
Tu papa que te quiere.
Juanma. 11/05/09
Poesía seleccionada como sefinalista en el concurso del Centro Poético.
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